Justin Bieber finalmente ha admitido que demasiada Bieberfever está empezando a molestarlo. Resulta que cuando llegó al aeropuerto de Changi en Singapur este lunes le fue imposible saludar a sus fans pues fue un caso de seguridad en el que su integridad física corría peligro.
Jus comentó en una conferencia de prensa que lamenta haber decepcionado a los fans de Singapur que se reunieron para recibirlo, pero demasiados gritos y empujones son peligrosos para él y el público.
El chico explica que sus fans se preocupan de más, si pasa un día en el que no escriba en Twitter creen que murió o le pasó algo. Tal vez las chicas deben relajarse un poco.
Por otro lado, en su reciente visita a Israel los paparazzi incluso entraron a las iglesias que el chico visitó, lo cual le molestó mucho.
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